Hoy por la mañana recibí la triste noticia del sensible fallecimiento de Don José Abed Rouanett, mi Padrino de Primera Comunión y una persona muy querida por mi familia.
Mi padrino José Abed siempre será bien recordado. Las memorias que tenemos con él y sus hijos son muchas. Mi infancia y adolescencia queda marcada por su presencia y gran ejemplo, el de un hombre de palabra y mucho trabajo. Lo recordaré por su humildad y generosidad.
En la imagen estábamos en el Hard Rock de Nueva York en 1999. Nunca olvidaré ese viaje al que me invitó una mañana que estaba el de visita aquí en McAllen. Yo solo iba a desayunar con él, bajó de su cuarto de hotel en el Embassy Suite y me dijo: “niño, conoces Nueva York”, le conteste que ‘no’, a lo que me expresó: “entonces te vas con nosotros ahorita en el avión”. De ahí, yo sin maleta, nos fuimos a McCreery Aviation y viajamos a la gran manzana.
Ese era José Abed, siempre nos sorprendía con acciones así de espontáneas, sin duda un hombre muy generoso. Y como esa historia tengo muchas más anécdotas que quedarán para siempre en mi memoria.
Les puedo decir que Don José fue un hombre de negocios exitoso, con un gran amor por México y por Libano, su país de origen. Un empresario humilde, con mucha visión y liderazgo.
Un gran promotor del deporte, la aviación, el turismo y sobre todo de su gran pasión: el automovilismo, el cual promovió fuertemente en México y todo el continente americano.
En el año de 1985, fundó la Organización Internacional de Automovilismo Deportivo de México (OMDAI), que representa a nuestro país ante la FIA. El Ingeniero Don José Abed fue el empresario promotor que logró traer el Gran Premio de F1 en la década de los 80’ y 90’ a México y como Vicepresidente de la Federación Internacional de Automovilismo – FIA jugó un papel muy importante para que la Formula 1 regresara a México en 2015. Su nombre y legado queda grabado en el Salón de la Fama de la Confederación Deportiva Mexicana.
Emprendió negocios que al día de hoy generan miles de empleos en varios estados de la República, en particular Puebla y la Ciudad de México, Presidente de la Constructora APYCSA y Hoteles Aristos, entre otras empresas. Su empresa de construcción realizó grandes obras de infraestructura y viales en la Ciudad de México y estados vecinos. Además fue dueño en los 90’s, de los equipos de futbol nacional Puebla FC “La Franja” y del La Jaiba ‘Tampico-Madero’. En el mundo del fútbol también fue Delegado Especial de la Federación Mexicana de Fútbol encargado de la Selección Nacional para el Mundial Francia 98.
Podría seguir escribiendo todo lo que este gran mexicano realizó, pero no acabaría, apoyó a muchas personas, su mano y obras realizadas son demasiadas y sin duda su legado vivirá en México y mi familia.
Envio mi pésame y un abrazo a su familia, a su hermano Don Julian Abed, a sus hijos Emma Abed, Julián, Yusif, Melhem, Jorge, Elias y Paul. Y a mi querido amigo, su sobrino Flavio Abed.
Que en Paz Descanses 🙏🏼
-Tu ahijado Juan Eliseo González Echazarreta